Ventanas desde donde mirar el mundo SUMMER 18

Continuamos con la tercera semana de la escuela de Verano en VidaiTierra y nos preparamos para la recta final de esta experiencia de re-Unión bajo la fuente lumínica que materna nuestro sistema

Esta semana hemos ultimado los preparativos de la Charanga, con la creación de disfraces en la casita de madera. Ha sido maravilloso asistir y acompañar la transformación de los diferentes materiales en disfraces, pero sobretodo a la sorpresa y el entusiasmo que l@s niñ@s mostraban al contemplar el resultado final del proceso creativo de su disfraz.

Todo estaba listo el sábado para celebrar la charanga junt@s y lanzar con humor y disfrute nuestro mensaje de amor al mar que nos dió la vida, y al cuidado de este gran cuerpo del que somos células.

Los más mayores, por propia iniciativa, realizaron una excursión al MAHE, disfrutando especialmente de la subida al castillo y del viaje en autobús, experimentando la autonomía y satisfacción de pagar sus propios billetes.

También aprendieron un nuevo juego de rol psicosocial: "pueblo duerme", que nos da la oportunidad de aprender a mostrar puntos de vista y argumentaciones, a calibrar las actuaciones auténticas de las fingidas, a llegar a acuerdos y desarrollar la lógica deductiva, de una forma divertida y muy emocionante.

Y realizaron una magnífica pizza saludable que serviría de alimento al resto de compañer@s, también hubo tiempo para hacer experimentos con volcanes, bolas de hidrogel y fluido no newtoniano. Nos sorprendió la conexión con las sensaciones y el disfrute de estas en este tipo de experimentos más sensoriales. Incluso uno de ellos decidió ofrecer una propuesta de papiroflexia en la que enseñó a sus compañer@s a hacer ranas saltarinas de papel.Y aún quedó tiempo para crear papeleras de reciclaje y pintarlas para llevar al ámbito más práctico ese amor por el planeta.

Observamos también como las percepciones cambian, como en el caso de una niña que a su llegada tapaba sus ojos y preguntaba "¡¿Por qué hay niños desnudos en este cole!?", 20 días después jugaba despreocupada en ropa interior por los jardines del espacio. Y es que aquí la naturaleza se vive con naturalidad.

También vivimos un momento mágico de liberación emocional a través del Tapping, cuando un niño se sentía triste por que otros niños se negasen a jugar con el. Tras invitarle a hacer "un truco" para sentirse mejor, accedió y realizamos un par de rondas reconociendo la tristeza, sintiéndolo en el cuerpo y soplandola hacia afuera. Segundos después no había rastro de su tristeza y abrazaba de alegría a su acompañante.

Por supuesto que no nos cansamos del agua, con juegos de flotación y juegos acuáticos de psicomotricidad gruesa, también la hemos coloreado y congelado para posteriormente pintar con ella. 

También hemos escondido objetos por la escuela y los hemos buscado con éxito. Más momentos mágicos se han vivido en las tiendas de campaña habilitadas, en las que las edades se mezclaban dando lugar a experiencias ricas y a nuevos vínculos, a divertidas representaciones y juegos, a abrazos sinceros y mucho amor expresado espontáneamente.

Sin olvidar el atrapa-colas, la bio-música, la flauta nativa, el rocodromo, la escucha de nuestro corazón a través del estetoscopio y la reproducción de su ritmo, la colchoneta, la pintura, las construcciones, los masajes, las cosquillas, los animales y plantas, y todas las actividades en que cuidamos del espacio con amor y alegría.

Como siempre, todas las actividades están al servicio del aprendizaje significativo y trascendente. Hacemos muchas cosas, pero siempre estamos aprendiendo aquello que no puede ser enseñado desde afuera. Aprendemos a reconocer y ejercitar nuestra propia maestría. Aquella que nos permite aprender de todo lo que llega a nuestra vida, y usarlo en favor de nuestro mayor bien.

Y es que para el buen aprendiz todo son buenos maestros.

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