Ventanas desde donde mirar el mundo

Continuamos narrando las aventuras de la nave especial "Vidaitierra". Un espacio donde conviven los ritmos de la rutina, los turnos y cuadrantes con la atemporalidad más efímera, con las miradas de infinita profundidad, las caricias de presente tacto y los momentos que hacen que el tiempo vuele como los pájaros que nos cantan

Continuamos narrando cohesión e integración de todos los grupos, pero particularmente en estas semanas, de los más pequeños, que han visto como su espacio de interior se ha visto enriquecido con nuevas propuestas que ocurren simultáneamente, y entre las que pueden elegir libremente, en cada nueva pulsión, según sus preferencias.

Crece también la adaptabilidad y flexibilidad del grupo, que acoge los cambios con alegría y entusiasmo. Empiezan a hacer suyos conceptos como el orden, el volumen o la longitud. Esto ha surgido de su propia experimentación sensorial, lo que más tarde les ayudará a comprender estos conceptos de forma abstracta y a aplicarlos de forma natural y creativa.En las propuestas como puzzles o transvases ellxs mismxs van cambiando las bandejas buscando mayor dificultad.

Seguimos disfrutando de experiencias que agudizan los sentidos como la elaboración y degustación de zumos, galletas , o bocaditos de fruta y chocolate sin azúcar para que lxs más golosxs se alimenten y lo disfruten saludablemente.

También seguimos comprobando la física y química con nuestra vista, oído, olfato y tacto. Explorando a nivel kinestésico todo en nuestros ambientes exteriores y en las sesiones de psicomotricidad relacional.

Y vamos viendo de la mano de la formulación de Arno Stern esa conexión interna sin la interferencia del adulto.

Sorprendidxs y cautivadxs por una de nuestras semillas de Vida en Tierra que nos acompaña por primera vez, durante un periodo corto de tiempo, pero con una seguridad inspiradora, creando sus vínculos desde el respeto, mostrando sus motivaciones de una manera tan natural... que nos invita a creer que ya había estado con nosotrxs de alguna forma.

Se respira fuerza, iniciativa y dirección.Comenzamos entre los grupos de más edad a realizar proyectos made in VidaiTierra, propuestos por propia iniciativa y auto-gestionados, como la representación del cuento "¿y ahora qué va a pasar?", en el que pudimos asistir durante varios días a todo un proceso toma de la decisiones, exploración de los diferentes personajes, creación de los tiquets de entrada (hasta acomodadores hubo), logística, música y puesta en escena entre otras. Vivimos ilusión, nervios, emoción, confusión, paciencia, enfado, satisfacción, risas... Como todo buen proyecto, nos puso en contacto con el misterio y la incertidumbre... ¿Y ahora qué va a pasar? Y por supuesto, los retos y el vacío, suelen traer aprendizaje y plenitud.

Seguimos disfrutando de la música y jugando con la vibracion de la armonía. Seguimos bailando, cantando, sintiendo, probando... Con cada vez mayor destreza y disfrute.

Tuvimos un concierto nativo improvisado de la mano de Juanjo, fabricante e intérprete de instrumentos nativos, y disfrutamos también de la música con la presencia de Rocío Madreselva, que nos brindó una experiencia que caló hondo a muchos de nuestros peques... Aún después de unos días, en el círculo mágico nos contaba una de las niñas emocionada que estuvo con sus papás "en una fiesta mágica en su cole".

Y esa magia fue posible gracias también a la colaboración de madres y padres de VidaiTierra, que se pusieron al servicio de la armonía, dando y co-creando con nosotrxs en favor de la infancia y la armonización del hogar.

Casi terminamos, pero antes un fragmento de una acompañante voluntaria, cuyas palabras están alineadas con una acción tan pura como ponerse al servicio de la infancia de forma desinteresada:"Dos meses desde que empezó la estación que me está permitiendo soltar, confiar y coger la energía y la fuerza necesaria para renovarme y seguir avanzando en este camino. Pequeños gigantes que agarran fuerte nuestras manos cuando necesitan que les acompañes, que elevan las suyas cuando se sienten cansados, manos que agarran, lanzan, amasan, empujan, construyen, aplauden, pintan, con las que se alimentan, se levantan... Es un regalo ver sus sonrisas tras un logro alcanzado, los abrazos que se dan, las miradas cómplices y los llantos cuando nos necesitan o expresan algo que no les gusta"

Seguimos disfrutando en el segundo hogar de tantas almas... de las texturas y sabores, de los colores y temperaturas, del gozo de sentir que somos, de improvisar y estructurar, de unir cielo y tierra en lo más cotidiano.

Seguimos gruñendo desde las vísceras y mirando desde el corazón. Abrazandonos tras habernos golpeado, ensuciandonos despreocupadxs. Dándonos sin miseria, superandonos sin prisa. Llorando, llorando y llorando.

Sanando, limpiando, y soltando.Seguimos aprendiendo juntxs lo que sólo la vida, en su perfecta maestría puede enseñarnos

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