Ventanas desde donde mirar el mundo

Tras una pequeña pausa en la actividad del blog, volvemos para contaros un pedacito de lo vivido en VidaiTierra durante estas últimas semanas.

En VidaiTierra se respira más armonía con cada semana que pasa. A medida que avanza el curso escolar vamos observando los frutos de la autorregulación. Todo va ordenandose naturalmente, a niveles grupales e individuales. Es un gozo ver y sentir como niños y niñas viven cada día con una intensidad tan saludable. Con pasión por sus quehaceres, por sus compañerxs y por sus aventuras cotidianas.

A uno se le abre el corazón al comprobar los niveles de libertad personal que lxs niñxs demuestran inocentemente en el día a día, así como inspirador asistir a conversaciones libres y auténticas (aún en presencia adulta) entre ellxs.

R. nos sorprendía hace unos días en una muestra de autoescucha y responsabilidad personal cuando al preguntarle la acompañante si prefería que permaneciese en el aseo junto a él o que le esperase fuera contestó: "decídelo tu, es tu cuerpo". 

Otras conversaciones nos muestran la eco-conciencia que se va generando en las nuevas generaciones cuando ante un acto de irrespeto a una planta E. decía enfadada, "¡respeta a esa planta, que la madre tierra se pone muy triste cuando no la cuidamos!" Tal y como dice el último verso de la chirigota de VidaiTierra, "aprende a cuidar la vida y la vida te cuidará".

También escuchamos expresión emocional naturalizada. Con frases de tipo "A. cariño es que tengo miedo" o ejemplos de autorespeto y autoconciencia: "A mi me da apuro que me miren el pene gente que no conozco. Me gusta mi cuerpo pero para mí y gente que conozco".

Comienzan a familiarizarse con la inercia de la actividad mental. Ante una actividad de meditación guiada, tras un rato H. le decía a A: "Tío, yo no se lo que me pasa, que no puedo pensar en nada de lo que dice. Sólo puedo pensar en dinosaurios".

Y cerramos el especial pequeñas grandes charlas con esta conversación:

H: wuala por qué es más negra hoy Y? 

Á: hay diferentes colores. 

H: pero ayer la vi más marrón. 

A: eso es por el sol.

H: es verdad en verano somos más morenos. 

Anna: de qué color tienen la piel tus papas Y? 

Y: papá blanco y mamá como yo, morenita. 

A: De donde son? 

Á: el papá de Inglaterra?? 

Y: Alemania el papa y colombia la mamá. 

H: ahhh, pues tú eres de Colombia.

Por otro lado hemos vivido diversos encuentros como el entierro de la sardina, en el que celebramos la transmutación de las viejas experiencias en nuevos aprendizajes a través del canto, el verbo y el fuego (elemento transmutador por excelencia). 

Más tarde celebramos nuestras jornadas de puertas abiertas, con la proyección del documental de APSSI "La aventura de la crianza" en el que se ilustra la visión de la crianza respetuosa y se contextualiza el marco pedagógico llevado a cabo en VidaiTierra. Cada vez más, informamos del por qué de nuestra forma de acompañar, y lo hacemos a través de imágenes y escritos, a través de organigramas, vídeos y muestras de los distintos ambientes de aprendizaje. Más información es mayor comprensión, y mayor comprensión es mayor conciencia . Momentos mágicos en estas jornadas, e infinita gratitud por sentir tanta colaboración familiar y tanta evolución en el proyecto que VidaiTierra es.

Hemos dado la bienvenida a Pau, Laura, Nuria y Bea, nuestrxs alumnos en prácticas, con los que lxs niñxs de VidaiTierra ya han establecido una vinculación basada en el respeto y la seguridad emocional. Hemos contado también con la visita de Estefania, que con ayuda de la música nos enseñó una magnífica receta para atender y realizar primeros auxilios. Gracias por venir a compartir algo tan rico como son los recursos de respuesta ante un accidente. Seguimos sembrsndo salud en todos los planos. 

Seguimos también fortaleciendo nuestras raíces para que los frutos en crecimiento de este espacio puedan nutrirse de forma segura, estable y abundante. Seguimos nutriendonos para poder nutrir, y seguimos enseñando y aprendiendo amor y libertad de forma responsable y respetuosa.

Y de tanto jugar al amor, van llegando a VidaiTierra más personas interesadas en este modelo de aprendizaje respetuoso, incluso por parte de organismos oficiales de la enseñanza pública, como es el caso de los asesores y asesoras de educación infantil del CEFIRE, que nos visitaron para observar en primera persona nuestra forma de enfocar y abordar el acompañamiento a la infancia. Pudimos percibir la emoción de algunxs de ellxs al ver realizado el sueño de muchos, y tomar conciencia de como la enseñanza pública va volviendo la mirada hacia estos marcos pedagógicos.

Empezamos a atisbar en el horizonte un contexto social que comprenda que el valor esencial a enseñar (y practicar) en cualquier pedagogía es el amor, pues es el elemento que propicia las condiciones óptimas para el aprendizaje, es el elemento a través del cual todas las potencialidades personales se despliegan, y que nos enseña a reconocer y cultivar aquello que es realmente significativo y da sentido a nuestra experiencia vital como individuos y como sociedad.

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